El primer héroe metálico japonés que recorrió el mundo con éxito, cortesía del maestro Tezuka.
Su trama, ¿original?
El doctor Boyton (profesor Tenma), líder del ministerio de la tecnología y brillante conocedor de la robótica, lleva meses obsesionado por crear un robot innovador, que posea alma. Después de muchos intentos fallidos, su joven hijo Toby le sugiere crear a un niño robot con esas características, al que además el profesor dotaría de un completo arsenal de armas en su entramado fisiológico. La obsesión del doctor Boyton por su creación le hace descuidar las atenciones que precisa su hijo, y un día Toby, después de que Boyton se negara a llevarlo al museo tal y como le prometió, se fuga enfadado, robando un coche que conduce de forma tan temeraria que, al final, acaba precipitándose contra un camión que se cruza en su camino, provocando la muerte del niño. Tras el suceso, a Boyton no se le ocurre otra idea que la de proporcionar a su proyecto la imagen de su hijo ya muerto. En contra incluso de todo el consejo de científicos, que consideran su creación un arma peligrosa, el profesor Boyton da vida al robot, a quien educará como a su desaparecido hijo carnal.
Tras poco tiempo y después de que todo el mundo se hubiese dado cuenta de la condición metálica del niño, él y su padre se embarcan en un viaje para huir, buscando un lugar donde los dos pudieran vivir con normalidad. Pero no sería fácil, después de que toda la tripulación del barco en el que viajaban también descubriera que Toby es un robot. Situación que produce un revuelo enorme y una discusión entre él y Boyton que les haría separarse por un momento, en el que Toby es engañado y raptado por Hamegg, un malvado y cruel dueño de un circo de robots, que lo utilizaría hasta que fuera adoptado por el bondadoso profesor Ochanomizu, que además de guiarlo por el camino del bien, le proporcionaría una hermana, Uran (Astro Girl), con intención de hacerlo sentir más feliz y humano.
Así, nuestro protagonista, utilizando sus cualidades mecánicas, salvará a su hermana, sus amigos o al planeta entero cada vez que necesiten su ayuda, teniendo que enfrentarse a todo tipo de villanos y catástrofes naturales.
¿Original? Ciertamente, su base argumental no añadió nada nuevo; más bien mezcló, como es habitual, ideas y conceptos de éxito: muchos elementos de Pinocho y Superman, historias que ya existían antes del nacimiento de esta obra, saltan a la vista.
Su primer formato: El manga
Tezuka concibió esta obra en forma de manga, el cual se convertiría en su obra más extensa y de mayor repercusión mundial.
Estrenada en abril de 1951 entre las páginas del Shonen Magazine como Captain Atom, un año más tarde pasaría a llamarse Mighty Atom y, tras el desembarco de nuestro héroe en USA, obtendría su título de mayor difusión y popularidad: Astro Boy (Tetsuwan Atom en Japón), nuevo cambio de nombre debido a que, en el momento de su llegada a USA, existía un comic nacional con un nombre similar.
Hablar del manga de Astro Boy es hablar de una obra realmente larga, que se publicó desde 1951 hasta marzo de 1968, un manga que cosechó un éxito abrumador allá por donde pasó y que por mucho tiempo sería una gallina de los huevos de oro, a pesar de que su creador aseguró sólo haber disfrutado los dos primeros años de su creación, considerando lo demás pura rutina.
69. Esa es la friolera cifra de tomos recopilados que alcanzaron las aventuras del niño robot en Japón. Desde luego, con esa longevidad, era difícil que alguien no fuera capaz de encontrar agradable alguna de las miles de aventuras que se narran.
El dibujo es de la reconocible marca Tezuka, con muchos detalles pero sin un acabado que proporcione realismo excesivo, con personajes ovalados que siempre gustaron al autor, dotados de personalidad propia que, sin duda, amenizan la lectura de la obra. En España, pudimos disfrutas de ésta obra de la mano de Glénat.
Y el anime, mucho anime
Como toda obra que se precie, de Astro Boy también se creó una versión animada; pero no una, sino varias.
En 1964 se realizó la primera película anime, en 1959 una de imagen real y entre 1963 y 1966 se creó la primera serie de televisión de Astro Boy, además de un especial de TV. Este anime, de 193 episodios en blanco y negro, se convertiría en la primera serie japonesa famosa en el mundo entero, y no en la primera serie animada en Japón como muchísima gente erróneamente piensa, pues ese honor le corresponde a Otogi Manga Calendar, desde 1961.
Con el estreno de esta serie, el día de año nuevo en Fuji TV, la popularidad de la obra alcanzó cotas sobresalientes, reafirmando su hueco inamovible entre una gran masa de seguidores.
El sonado éxito de la emisión de la serie, primero en Fuji TV y más tarde en NHK Network, hizo que la televisión estadounidense se interesara y comprara el producto, pero sin que antes pasara por la censura.
¿Qué si la hubo? Y mucho; los 193 episodios japoneses se quedaron en 104. Muchos episodios fueron rechazados por contenido inapropiado para el público infantil: eliminaron episodios con desnudos femeninos, otros que trataban la vivisección, algunos con referencias religiosas, etc… y lo peor de todo es que esta es la versión de la serie que se distribuyó al resto del mundo.
Entre 1980 y 1981 un remake a color intentaría recuperar en vano la gloria pasada. Se inyectó una bocanada de aire fresco al espíritu de la serie, donde ahora también tenían cabida las misiones fallidas y las muertes de chicos buenos. 52 episodios cerraron este época distinta, donde nuestro héroe con un aspecto más juvenil, aunque con éxito relativo, no caló hondo entre el nuevo público.
Su trama, ¿original?
El doctor Boyton (profesor Tenma), líder del ministerio de la tecnología y brillante conocedor de la robótica, lleva meses obsesionado por crear un robot innovador, que posea alma. Después de muchos intentos fallidos, su joven hijo Toby le sugiere crear a un niño robot con esas características, al que además el profesor dotaría de un completo arsenal de armas en su entramado fisiológico. La obsesión del doctor Boyton por su creación le hace descuidar las atenciones que precisa su hijo, y un día Toby, después de que Boyton se negara a llevarlo al museo tal y como le prometió, se fuga enfadado, robando un coche que conduce de forma tan temeraria que, al final, acaba precipitándose contra un camión que se cruza en su camino, provocando la muerte del niño. Tras el suceso, a Boyton no se le ocurre otra idea que la de proporcionar a su proyecto la imagen de su hijo ya muerto. En contra incluso de todo el consejo de científicos, que consideran su creación un arma peligrosa, el profesor Boyton da vida al robot, a quien educará como a su desaparecido hijo carnal.
Tras poco tiempo y después de que todo el mundo se hubiese dado cuenta de la condición metálica del niño, él y su padre se embarcan en un viaje para huir, buscando un lugar donde los dos pudieran vivir con normalidad. Pero no sería fácil, después de que toda la tripulación del barco en el que viajaban también descubriera que Toby es un robot. Situación que produce un revuelo enorme y una discusión entre él y Boyton que les haría separarse por un momento, en el que Toby es engañado y raptado por Hamegg, un malvado y cruel dueño de un circo de robots, que lo utilizaría hasta que fuera adoptado por el bondadoso profesor Ochanomizu, que además de guiarlo por el camino del bien, le proporcionaría una hermana, Uran (Astro Girl), con intención de hacerlo sentir más feliz y humano.
Así, nuestro protagonista, utilizando sus cualidades mecánicas, salvará a su hermana, sus amigos o al planeta entero cada vez que necesiten su ayuda, teniendo que enfrentarse a todo tipo de villanos y catástrofes naturales.
¿Original? Ciertamente, su base argumental no añadió nada nuevo; más bien mezcló, como es habitual, ideas y conceptos de éxito: muchos elementos de Pinocho y Superman, historias que ya existían antes del nacimiento de esta obra, saltan a la vista.
Su primer formato: El manga
Tezuka concibió esta obra en forma de manga, el cual se convertiría en su obra más extensa y de mayor repercusión mundial.
Estrenada en abril de 1951 entre las páginas del Shonen Magazine como Captain Atom, un año más tarde pasaría a llamarse Mighty Atom y, tras el desembarco de nuestro héroe en USA, obtendría su título de mayor difusión y popularidad: Astro Boy (Tetsuwan Atom en Japón), nuevo cambio de nombre debido a que, en el momento de su llegada a USA, existía un comic nacional con un nombre similar.
Hablar del manga de Astro Boy es hablar de una obra realmente larga, que se publicó desde 1951 hasta marzo de 1968, un manga que cosechó un éxito abrumador allá por donde pasó y que por mucho tiempo sería una gallina de los huevos de oro, a pesar de que su creador aseguró sólo haber disfrutado los dos primeros años de su creación, considerando lo demás pura rutina.
69. Esa es la friolera cifra de tomos recopilados que alcanzaron las aventuras del niño robot en Japón. Desde luego, con esa longevidad, era difícil que alguien no fuera capaz de encontrar agradable alguna de las miles de aventuras que se narran.
El dibujo es de la reconocible marca Tezuka, con muchos detalles pero sin un acabado que proporcione realismo excesivo, con personajes ovalados que siempre gustaron al autor, dotados de personalidad propia que, sin duda, amenizan la lectura de la obra. En España, pudimos disfrutas de ésta obra de la mano de Glénat.
Y el anime, mucho anime
Como toda obra que se precie, de Astro Boy también se creó una versión animada; pero no una, sino varias.
En 1964 se realizó la primera película anime, en 1959 una de imagen real y entre 1963 y 1966 se creó la primera serie de televisión de Astro Boy, además de un especial de TV. Este anime, de 193 episodios en blanco y negro, se convertiría en la primera serie japonesa famosa en el mundo entero, y no en la primera serie animada en Japón como muchísima gente erróneamente piensa, pues ese honor le corresponde a Otogi Manga Calendar, desde 1961.
Con el estreno de esta serie, el día de año nuevo en Fuji TV, la popularidad de la obra alcanzó cotas sobresalientes, reafirmando su hueco inamovible entre una gran masa de seguidores.
El sonado éxito de la emisión de la serie, primero en Fuji TV y más tarde en NHK Network, hizo que la televisión estadounidense se interesara y comprara el producto, pero sin que antes pasara por la censura.
¿Qué si la hubo? Y mucho; los 193 episodios japoneses se quedaron en 104. Muchos episodios fueron rechazados por contenido inapropiado para el público infantil: eliminaron episodios con desnudos femeninos, otros que trataban la vivisección, algunos con referencias religiosas, etc… y lo peor de todo es que esta es la versión de la serie que se distribuyó al resto del mundo.
Entre 1980 y 1981 un remake a color intentaría recuperar en vano la gloria pasada. Se inyectó una bocanada de aire fresco al espíritu de la serie, donde ahora también tenían cabida las misiones fallidas y las muertes de chicos buenos. 52 episodios cerraron este época distinta, donde nuestro héroe con un aspecto más juvenil, aunque con éxito relativo, no caló hondo entre el nuevo público.
Me ha encantado esta reseña...un abrazo.
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