Akuma na Eros / Virigin Crisis
Hasta hace algunos años el Shojo era únicamente un género más del vasto mundo del manga que sólo nos llegaba de oídas. Todo cambió con la llegada de Marmalade Boy, serie y manga que a muchos abrió los ojos a este mundillo e hizo extender a los que ya eran fans sus gustos a este nuevo género, que ya tenía solera en Japón. El Shojo se suele caracterizar por estar dirigido a chicas, aunque tenga lectores de ambos sexos. Suele estar protagonizado por un triángulo amoroso, no sabiéndose hasta cerca del final de la obra el desenlace, aunque muchos ya se lo huelen desde las primeras páginas. O por el contrario, la pareja está formada desde el primer momento y la diversión está en saber cómo evolucionará su relación. Hasta los más fanáticos del Shojo tienen que admitir que es un género donde pocas veces se da algo de originalidad (que no calidad). Por lo menos, con Virgin Crisis, esto no sucede.
666
La protagonista femenina de Virgin Crisis es Miu, una chica que está colada por el típico guaperas perfecto del instituto, llamado Amamiya. En vez de declararse o intentar "ligárselo" decide acudir al extremismo. Encuentra un libro de hechizos en una librería antigua, y decide probar fortuna con él, con el objetivo de que Amamiya se enamore de ella (eso es amor...). Para desgracia de Miu, el hechizo no logra el efecto deseado... En su lugar, una figura con alas negras, cuernos de cabra y ojos rojos aparece ante ella, se trata de, ni más ni menos, que del Demonio. Después del choque inicial, y de la sorpresa de ambos, Satán le promete a la joven que conseguirá a su amado, que él le dará su corazón... a cambio de la virginidad de Miu (de ahí el título de la obra). Ella, como es habitual se niega, pero ei diablo tiene otros planes.
Esperará a que ella compruebe que Amamiya la ama y entonces cogerá su "premio". Sin embargo, y sin saberse el porqué, el plan del Demonio falla y Miu no consigue su propósito. Satán decide entonces adoptar una forma humana y hacerse pasar por el hermano de Miu hasta que consiga que su hechizo se cumpla, arrebatándole entonces la virginidad a la muchacha. Lo que nadie se esperaba era que el Demonio también pudiera tener sentimientos.
Lo primero que llama la atención de Virgin Crisis es la calidad de su dibujo, especialmente de los chicos.
Otra de las cosas que más atención llaman de este manga es la libertad de la autora para usar a su antojo a alguien tan famoso como el Diablo. No es que no se haya hecho antes, pero sí que resulta chocante para los que tienen una idea preconcebida sobre la religión ver a un Satán con sentimientos, vestido con el típico uniforme japonés y en unas poses realmente... Yaoi. Por cierto, puede que los más conocedores de la cultura japonesa os extrañéis de que el cristianismo tenga tanta importancia en una obra japonesa. La verdad es que sólo el 1% de los japoneses es cristiano, repartiéndose el resto entre sintoistas y budistas. Aun así, los japoneses no son tan fanáticos de la religión como en países occidentales, esto lo podemos comprobar en el mismo mundillo del manga-anime, donde las referencias religiosas en las obras se pueden contar con los dedos de una mano.
La Edición
Este manga nos llegó con el habitual buen hacer de los chicos de Ivrea, editorial procedente de Argentina que lleva un tiempo afincada en nuestro país y cuyo número de colecciones a la venta avanza a un ritmo alarmante.
La edición en sí misma es impecable, papel de calidad, tapas flexibles, sobrecubieras, aclaraciones de traducción, son algunas cosas muy interesantes (aunque el traductor utilize un lenguaje un poco soez a veces).
En Definitiva
Es difícil hacer una reflexión final sobre una obra tan extraña como ésta. Por supuesto, los fans de las buenas dibujantes y de los chicos "mazizos" tienen una compra obligada. También los amantes de todo tipo de Shojo en general. Sin embargo, los que prefieran las historias más realistas puede que no disfruten del todo con el tono sobrenatural de la obra, no tanto por sus situaciones fantásticas (en VideoGirl Ai por ejemplo hay muchas más), sino porque cuesta imaginarse al Diablo ejerciendo de estudiante japonés mientras discute de problemas cristianos con su competidor e intenta arrebatar la virginidad a una joven. Por fortuna, al ser sólo 4 tomos no llega a hacerse pesada. Así que ya sabéis, dependiendo de vuestros gustos ya sabéis si haceros con esta obra o decantaros por otra compra.
Hasta hace algunos años el Shojo era únicamente un género más del vasto mundo del manga que sólo nos llegaba de oídas. Todo cambió con la llegada de Marmalade Boy, serie y manga que a muchos abrió los ojos a este mundillo e hizo extender a los que ya eran fans sus gustos a este nuevo género, que ya tenía solera en Japón. El Shojo se suele caracterizar por estar dirigido a chicas, aunque tenga lectores de ambos sexos. Suele estar protagonizado por un triángulo amoroso, no sabiéndose hasta cerca del final de la obra el desenlace, aunque muchos ya se lo huelen desde las primeras páginas. O por el contrario, la pareja está formada desde el primer momento y la diversión está en saber cómo evolucionará su relación. Hasta los más fanáticos del Shojo tienen que admitir que es un género donde pocas veces se da algo de originalidad (que no calidad). Por lo menos, con Virgin Crisis, esto no sucede.
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La protagonista femenina de Virgin Crisis es Miu, una chica que está colada por el típico guaperas perfecto del instituto, llamado Amamiya. En vez de declararse o intentar "ligárselo" decide acudir al extremismo. Encuentra un libro de hechizos en una librería antigua, y decide probar fortuna con él, con el objetivo de que Amamiya se enamore de ella (eso es amor...). Para desgracia de Miu, el hechizo no logra el efecto deseado... En su lugar, una figura con alas negras, cuernos de cabra y ojos rojos aparece ante ella, se trata de, ni más ni menos, que del Demonio. Después del choque inicial, y de la sorpresa de ambos, Satán le promete a la joven que conseguirá a su amado, que él le dará su corazón... a cambio de la virginidad de Miu (de ahí el título de la obra). Ella, como es habitual se niega, pero ei diablo tiene otros planes.
Esperará a que ella compruebe que Amamiya la ama y entonces cogerá su "premio". Sin embargo, y sin saberse el porqué, el plan del Demonio falla y Miu no consigue su propósito. Satán decide entonces adoptar una forma humana y hacerse pasar por el hermano de Miu hasta que consiga que su hechizo se cumpla, arrebatándole entonces la virginidad a la muchacha. Lo que nadie se esperaba era que el Demonio también pudiera tener sentimientos.
Lo primero que llama la atención de Virgin Crisis es la calidad de su dibujo, especialmente de los chicos.
Otra de las cosas que más atención llaman de este manga es la libertad de la autora para usar a su antojo a alguien tan famoso como el Diablo. No es que no se haya hecho antes, pero sí que resulta chocante para los que tienen una idea preconcebida sobre la religión ver a un Satán con sentimientos, vestido con el típico uniforme japonés y en unas poses realmente... Yaoi. Por cierto, puede que los más conocedores de la cultura japonesa os extrañéis de que el cristianismo tenga tanta importancia en una obra japonesa. La verdad es que sólo el 1% de los japoneses es cristiano, repartiéndose el resto entre sintoistas y budistas. Aun así, los japoneses no son tan fanáticos de la religión como en países occidentales, esto lo podemos comprobar en el mismo mundillo del manga-anime, donde las referencias religiosas en las obras se pueden contar con los dedos de una mano.
La Edición
Este manga nos llegó con el habitual buen hacer de los chicos de Ivrea, editorial procedente de Argentina que lleva un tiempo afincada en nuestro país y cuyo número de colecciones a la venta avanza a un ritmo alarmante.
La edición en sí misma es impecable, papel de calidad, tapas flexibles, sobrecubieras, aclaraciones de traducción, son algunas cosas muy interesantes (aunque el traductor utilize un lenguaje un poco soez a veces).
En Definitiva
Es difícil hacer una reflexión final sobre una obra tan extraña como ésta. Por supuesto, los fans de las buenas dibujantes y de los chicos "mazizos" tienen una compra obligada. También los amantes de todo tipo de Shojo en general. Sin embargo, los que prefieran las historias más realistas puede que no disfruten del todo con el tono sobrenatural de la obra, no tanto por sus situaciones fantásticas (en VideoGirl Ai por ejemplo hay muchas más), sino porque cuesta imaginarse al Diablo ejerciendo de estudiante japonés mientras discute de problemas cristianos con su competidor e intenta arrebatar la virginidad a una joven. Por fortuna, al ser sólo 4 tomos no llega a hacerse pesada. Así que ya sabéis, dependiendo de vuestros gustos ya sabéis si haceros con esta obra o decantaros por otra compra.
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